domingo, 10 de marzo de 2019

Milán y a casita, Día 8°

Como habíamos prometido, nos levantamos pronto. A las 6 arriba, bueno algunos, porque a otros con 15 minutos les llega. A las 7.30 salimos del hotel y a las 8 ya estamos en el duomo. Una imagen que nada tiene que ver con la plaza llenísima del día de ayer, día en el que los milaneses celebran el carnaval ambrosiano.
Sacamos las entradas y primero entramos en la catedral. Os mostramos fotos del interior, sin duda lo que más nos llama la atención es la escultura de San Bartolomé.
















Nos vamos a la fila para subir a la terraza, 251 peldaños, estos chicos se merecen nota en educación física, claro que hubo dos, que al bajar, vieron un ascensor y se metieron, su entrada valía la mitad por subir a patita, pero como no entendían... genial. La vista es impresionante, cerquita vemos la Galería Victorio Enmanuel.













Sentados en un lugar inolvidable decidimos qué hacer a continuación. Dos opciones ir al castillo Sforzesco a ver la Piedad inacabada y de tiendas o coger de nuevo el metro e ir al Monumentale, cementerio patrimonio de la humanidad que nos deja boquiabiertos. No nos ponemos de acuerdo así que surgen dos grupos.
La Piedad nos deja un poco decepcionados y es que hace solo cinco días nos conmovimos con la Piedad del Vaticano. La pena de los que vamos al Monumentale es no tener un día entero para poder recorrerlo en condiciones.











































Y ya va llegando el momento de decir adiós a Milán, aprovechamos para unas últimas fotos y cogemos el metro que nos lleva a un restaurante enfrente del hotel.





Esto va llegando a su fin. Han sido unos días inolvidables que permanecerán para siempre en nuestra memoria, la risas, los llantos, las anécdotas,... y ha sido todo un lujo poder compartirlo con vosotros.
Un baccione.
Miguel Ángel y M. Ángeles